Los objetivos de toda la actividad logística:
- Suministrar la cantidad de producto demandada (únicamente los productos necesarios para evitar en un momento dado la rotura de stock sin generar costes excesivos de almacenaje).
- En tiempo adecuado.
- Al alcance del consumidor en el momento y lugar que lo precise (en el punto de venta apropiado).
- Con la calidad requerida.
- Al mínimo coste global.
Se trata, por un lado, de dar respuesta a las exigencias del consumidor buscando la satisfacción del cliente y, por otro, de minimizar ese tiempo de respuesta y de reducir los costes totales.
En este punto cabe comentar que, en logística, existen dos tipos de costes: los directos y los de oportunidad o costes ocultos.